Flores fue elegido presidente por segunda
vez en 1839 y ejerció el poder con el impulso
de la administración anterior. Pero en 1843,
cuando tenía que dejar el mando, dio un golpe
de Estado y se hizo elegir por tercera vez por
una Asamblea Constituyente que aprobó la llamada
Carta de Esclavitud, una constitución que
establecía una dictadura perpetua.
La oposición se levantó nuevamente y, en
marzo de 1845, se dio una revuelta de las élites
de Guayaquil, dirigida por José Joaquín de
Olmedo, con la consigna de expulsar del poder
al “militarismo extranjero”. Se inició una guerra
civil, pero ningún bando pudo ganar. Al fin se
hizo un acuerdo y Flores aceptó salir del país.
Los años siguientes, Flores los pasó organizando
invasiones al Ecuador con mercenarios
extranjeros al servicio de España y Perú.
Wooouuu que interesante!!!! Eso es necesario pa' mi consul!!!
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ResponderEliminaresta en el texto
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